29 agosto 2005

Rudolf Steiner


Padre de la Antroposofía

El 27 de Febrero del año 1861 es el día en que Rudolf Steiner vio la luz por primera vez en la ciudad de Kraljevic, Austria-Hungría, actual Eslovenia. Su niñez transcurrió en distintos pueblos austriacos y su educación en colegios religiosos que afectaron su especial sensibilidad, motivo por el cual su padre asumió finalmente la educación de este niño dotado desde temprana edad no sólo de una gran sensibilidad sino también de facultades clarividentes.

Ya en la escuela secundaria optó por la rama de ciencias, aunque más adelante ampliaría considerablemente sus conocimientos en Filosofía y Literatura de forma independiente. Dio clases particulares a sus propios compañeros y realizó estudios superiores en el Colegio Técnico de la Universidad de Viena (Wiener Technishe Hoschschule). Como preceptor de cuatro niños de una familia acomodada de Viena dejó patentes sus especiales dotes lectivas al ayudar a uno de ellos, hidrocefácilo e incapaz de aprender, a ingresar en la Facultad de Medicina.
Estudió Matemáticas y en 1891 se doctoró en Filosofía por la Universidad de Rostock con “Verdad y Ciencia” mientras trabajaba con los archivos de Goethe en Weimar para pasar a la edición de sus textos científicos para la Deutsche National Literatur del Kuerschner. Además de la obra científica de Goethe, editó obras de Schopenhauer y Nietzsche, fue autor de casi treinta libros, entre ellso cuatro dramas de misterio que no sólo escribió sino también dirigió en Munich entre 1910 y 1913, y dio aproximadamente seis mil charlas. Sus trabajos sobre la teoría del color basados en su estudio del pensamiento de Goethe influenciaron al pintor ruso Kandinsky.
Entre sus colaboraciones y edición de medios impresos se pueden contar la revista alemana “EL Semanal” (Wochenschrift), creada en 1888; la “Revista de Literatura”, con la que empezó a colaborar en 1897; el periódico “El Drama” (Dramaturgische Blätter), el periódico “Lucifer”, que fundó en 1903 y que más tarde pasó a llamarse “Lucifer-Gnosis”, y el semanal “Das Goetheanun”, que llegó a incluir en cada número fragmentos de su autobiografía.
Fue en una de estas revistas, la “Revista de Literatura”, donde apareció un artículo titulado “La serpiente verde y el hermoso lirio”, firmado por Steiner y que leyó el Conde Brockdorff, interesándole hasta tal punto que lo invitó a dar su primera conferencia esotérica en un círculo teosófico. Este fue el principio de un largo periodo de colaboración con la Sociedad Teosófica de Berlín que duró diez años y durante el cual fue nombrado, en 1902, Secretario General. En 1909 Steiner se desvinculaba de esta sociedad a causa de la declaración de Annie Bessant de que Krishnamurti es el Cristo reencarnado, siendo posteriormente desmentido por el propio Krishnamurti. A partir de este momento, Rudolf Steiner funda lo que llamó “Antroposofía”, ciencia espiritual que ha sido descrita por él mismo como un camino de conocimiento que puede guiar de lo espiritual en el ser humano a lo espiritual en el universo.
Steiner ha ofrecido a la Humanidad tan numerosas como valiosas aportaciones a disciplinas y terrenos tan diversos como las Matemáticas, la Astronomía, la Ciencia y la Medicina, con sus pautas para la medicina antroposófica, la educación, donde destaca la creación de las Escuelas Waldorf, la Teología, Filosofía, drama y danza, con su nuevo concepto del Arte en Movimiento, al que denominó “Euritmia”, la Economía, la Política, la agricultura con su idea para la agricultura biológico-dinámica, la ganadería... Una de sus más conocidas y prestigiosas aportaciones la encontramos en el ámbito de la arquitectura, con la construcción del Goetheanum, íntegramente de madera y con estructura corporativa. Este edificio fue quemado intencionadamente en 1922 y Steiner diseñó los planos para la construcción del segundo Goetheanum, cuyo acabado no puedo presenciar. Ambos edificios fueron levantados en Suiza, y el segundo aún funciona en la ciudad de Dornach, sirviendo como sede central de la Sociedad Antroposófica; este edificio alberga una lista completa de sus numerosas obras, así como de las transcripciones de las conferencias que dio a lo largo de su vida.
En medio de su incesante labor, con los planos del segundo Goetheanum sobre la colcha y junto a la estatua del Cristo venciendo a las fuerzas negativas de Arriman que él mismo esculpió, el maestro Rudolf Steiner moría el 30 de marzo de 1925 a causa del cáncer, dejando vioda a Marie von Sievers, Marie Steiner desde 1914, esposa y colaboradora gracias a la cual se publicarían muchos de los textos correspondientes a sus múltiples y magistrales conferencias.